Debido a su naturaleza reservada, su apariencia asustadiza y sus movimientos rápidos, los dueños de casas típicamente le tienen mucho miedo a los ciempiés caseros. En el 1902, C. L. Mariatt, entomólogo del Departamento de Agricultura, escribió en el El Circular #48 – Los ciempiés caseros: “ A menudo se han visto lanzarse por los pisos con gran velocidad, ocasionalmente deteniéndose repentinamente y permanece en total quietud, luego reanudan sus movimientos rápidos, en ocasiones lanzándose directamente hacia las personas de la casa, particularmente a las mujeres, con el deseo de ocultarse debajo de sus vestidos y de este modo creando una gran consternación.” Indudablemente, aun siendo el mahón o pantalón de mezclilla él articulo preferido de vestir no puede reducir la angustia que sienten los que viven en la casa cuando un ciempiés es visto escabullirse a través del piso del sótano.
El ciempiés casero adulto tiene 15 pares de patas, con el último par (en las hembras adultas) casi del doble del largo del cuerpo, que es uno en uno y una y media pulgada de largos. Esto le da al ciempiés una total apariencia de ser de tres a cuatro pulgadas de largo (incluyendo las patas y antenas) Las patas están rayadas claras y oscuras y el cuerpo es de color amarillo sucio con tres líneas oscuras longitudinales (Fig. 1) Las nuevas larvas encubadas (se ven en raras ocasiones) tienen cuatro pares de patas. Durante las próximas cinco veces que las larvas muden su piel, el ciempiés tendrá 5, 7, 9, (Fig. 2) 11 y 13 pares de patas. En su próxima muda de piel el ciempiés es considerado un adolescente y puede tener 15 patas durante cada una de las siguientes mudas de piel cuando se convierten en adulto.
Hay seis etapas larvales o mudas de piel y cuatro etapas pos-larvar antes de que llegue a su madurez. Se conoce que las hembras sobreviven por varios años y producen una prole numerosa (máximo de 150) Durante el día, los ciempiés habitan en la oscuridad, en lugares húmedos en los hogares y salen por las noches para atrapa su presa.
Los ciempiés caseros se alimentan de pececitos de plata, insecto del fuego, larvas de escarabajos de alfombra, cucarachas, arañas y otros artrópodos pequeños. Si los ciempiés caseros se ven con frecuencia, indica que alguna presa, artrópodo abunda y puede significar un mayor problema que la presencia del ciempiés.
La reducción de las fuentes de alimentos del ciempiés casero es el primer paso para manejar la población de ciempiés. Determine que otra clase de artrópodo en su casa está siendo de provisión de alimento para los ciempiés colocando” trampas pegajosas para insectos”, también llamados monitores, alrededor de las casas. Estos monitores (y el servicio para identificar especimenes) pueden obtenerse a través de una compañía de control de plagas.