Se trata de un ave limícola de tamaño mediano que se caracteriza por el color blanco de la barriga, el pecho negro, la parte superior de las alas de verde iridiscente y las plumas infracoberteras caudales de color castaño. El pico es corto, y presenta un penacho de plumas negras en la nuca, considerablemente más largo en los machos.
Buena parte de las poblaciones ibéricas de la especie son sedentarias, aunque solo se reproducen en contadas localidades del centro y el sur del país. Sin embargo, a partir del mes de noviembre y hasta el mes de marzo importantes contingentes de avefrías procedentes de Europa central y occidental vienen a pasar los meses fríos en nuestra región. Su nombre popular deriva de esta destacada característica.
Habita en todo tipo de espacios abiertos con abundante presencia de agua en los alrededores, y se alimenta fundamentalmente de todo tipo de invertebrados: gusanos, escarabajos, langostas, hormigas, arañas, caracolillos o milpiés, aunque también puede capturar pequeños vertebrados como renacuajos, ranas o pequeños peces. Ocasionalmente consume materia vegetal como diferentes tipos de grano y de semillas.
Construye el nido en una pequeña depresión del terreno que forra con hojas y ramitas. La incubación la llevan a cabo los dos miembros de la pareja. Aunque puede criar en solitario, lo más normal es que lo haga en colonias, en las cuales la defensa del territorio reproductor se hace de manera comunitaria.
En Cataluña es un ave migratoria e invernante común en las llanuras agrícolas de todo el país, pero en la actualidad no se reproduce en nuestro territorio.
Especie común en invierno en nuestro país, sus poblaciones se encuentran sometidas a los peligros de la degradación de su hábitat a causa de la actividad humana y sus infraestructuras.